Mujeres llorando, con cicatrices, cardenales, con la voz distorsionada, la cara oculta, mujeres asesinadas por sus pareja... Es la imagen habitual que relacionamos con la violencia de género, pero hay otra forma de verla y es lo que reivindica la Fundación Ana Bella. Son 'Mujeres supervivientes'.
Según Ana, directora de la Fundación, que huyó de su maltratador de madrugada con sus cuatro hijos pequeños, "si ves el ejemplo de otras mujeres que hemos sido capaces de empezar una vida digna, positiva, y que somos felices tras haber dejado la violencia, pues tú te sientes reflejada y dices, pues yo también quiero salir de la violencia".
Se trata de "empoderar" a estas mujeres, que padecen una baja autoestima porque la violencia de sus parejas las ha destruido. Un camino nada fácil que empieza con la denuncia al que le sigue un largo proceso de recuperación que requiere atención especializada, un recorrido interior del que se sale fortalecido
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